En los momentos que nos esta tocando vivir he aprendido que se necesita tristeza para valorar más la felicidad, que todo el ruido que hacemos y escuchamos sirve para valorar más el silencio.
He aprendido a estar preparada para las cosas buenas y para las malas también, aunque cueste más, y saber esperar con paciencia los acontecimientos que se presentan en la vida.